El IIGE implementa nuevas metodologías de ensayo para caracterización de biomasa
Como parte del proyecto “Estudio de la viabilidad de producción de bioetanol a partir de la hidrólisis enzimática de la cáscara de la semilla de Jatropha curcas (piñón)”, desarrollado por el grupo de investigadores del área de Biomasa del Instituto de Investigación Geológico y Energético (IIGE), en el Laboratorio de Termovalorización de Biomasa y Residuos Sólidos Urbanos (RSU), se implementaron nuevas metodologías de ensayo para la caracterización de biomasa lignocelulósica y un esquema de producción de bioetanol a partir de este tipo de material. Esta aplicación metodológica permite valorar la capacidad de obtención de etanol a partir de los residuos lignocelulósicos existentes a nivel agrícola e industrial.
La biomasa lignocelulósica hace referencia a aquella materia cuyas células de tejidos vegetales presentan una pared celular constituida por microfibrillas de celulosa, las cuales se encuentran recubiertas de hemicelulosa y lignina. Un ejemplo de estos residuos es el bagazo de caña, la paja y la cascarilla de arroz. En la actualidad, se conoce que este tipo de materiales presentan un gran potencial para la generación de combustibles líquidos, por lo cual, en el campo de la bioenergía se investigan diferentes mecanismos que permitan la obtención de biocarburantes a partir de los carbohidratos presentes en su estructura celular.
El esquema de obtención de etanol desarrollado por el equipo técnico del IIGE puede ser aplicado como una alternativa para el aprovechamiento energético de biomasa residual, para lo cual, dichos residuos deben pasar previamente por una etapa de caracterización que permitirá evaluar la viabilidad técnica de producción de este tipo de combustible.
El contar con un conjunto de metodologías de ensayo de laboratorio, brinda la oportunidad de levantar información útil para la determinación del potencial de producción de bioetanol e incursionar en futuras investigaciones dentro de la línea de los biocarburantes. Si se considera que en un contexto global el bioetanol es el biocombustible más utilizado para el transporte en todo el mundo, este tipo de investigación resulta de suma importancia para que nuestro país avance hacia la transición energética, donde los biocombustibles superen en su uso a los combustibles fósiles (petróleo).